No lo digo yo, lo pone en la medalla (antes ladrillo):
Y ahora sí voy a decir yo algo:
...ni humedades en el globo ocular, ni escarpias en lugar de pelos, no hubo forma de que mi fibra sensible reaccionara cuando llegó a meta, al contrario de lo que me ocurrió (exceptuando las humedades) en muchos momentos de la carrera.
Los ojos de las silenciosas ovejas de un corral cercano al camino brillando en la oscuridad por el reflejo de la luz de mi frontal durante la subida nocturna en solitario por la (puta) cuesta de la ermita promete ser una de esas imágenes que se almacenan en la memoria y de las que se hace uso de forma recurrente, sin saber muy bien porqué, durante el resto de la vida (uf, cómo se me ha estirado la frase). La (más puta aún) cuesta después de Arriate es otra de ellas. La compañía de un setenileño compartiendo penas y alegrías en los últimos kilómetros desde Montejaque a meta (incluida la cuesta del cachondeo, que no por ser la última fue menos puta que las anteriores) tampoco se olvida. Frases sueltas escuchadas al azar (gloriosas muchas de ellas), llamadas de ánimo de los amigos (en realidad sólo uno, pero como llamó varias veces dió la sensación de que fueron varios), la omnipresente familia haciendo tan suya como mía la carrera tanto antes, como después, como durante, ...
101 kilómetros dan mucho de sí para llenar un buen baúl de recuerdos y creo que la predisposición a almacenar todos y cada uno de ellos ha sido lo que me ha hecho llegar a meta ...con la integridad física suficiente para que esos recuerdos pasen a ser parte de uno y no para que uno pase a ser parte de ellos.
...hasta el fondo de escritorio del güindous me encontré por allí.
Rotonda del diario aniversario (Á.R.M. 50)
Hace 3 días