domingo, 18 de mayo de 2008

NO SÓLO DE ENDORFINAS VIVE EL RUNNER

En tres años de oficio todavía puedo contar con los dedos de las manos las veces que he parado durante una carrera y la de ayer fue probablemente la más merecida de todas ellas.

Un espectáculo como éste sirvió de telón de fondo durante buena parte de la ruta y tuvo la culpa de que en varias ocasiones se me pusiera la carne de gallina:



Por la noche, con un ligero cambio de escenario, más de lo mismo:

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Buen panorama, diurno y nocturno.
Un saludo desde el sumidero donde los millones de madrileños boqueamos a diario para expulsar el dióxido de carbono durante 15 dias al año.
Spanjaard

Unknown dijo...

Otro gallo les cantaría si se abstuvieran de boquear ...prueben a contener la respiración hasta que no puedan más.