¿que sólo quedaron camisetas para Torrebruno? ¿que la entrega de chips y dorsales debió ser junta y no revuelta? ¿que el personal se colaba como ratas en los cajones de salida? ¿que en Moyano costó la cuesta? ¿que se corrieron 300 metros más por la cara? ¿que las colas de los roperos parecían oficinas de extranjería? ¿que ver la clasificación en el Marca cuesta unas pelas?
No es posible que quien haya sido capaz de continuar ese 10K y disfrutarlo sin huir despavorido hacia atrás ante los primeros acordes del “mírala-mírala” en el K1, o tras ser sodomizado sin rechistar por Sabina en Neptuno después del K2, pueda ahora venir con esas.